Se requirió la asistencia de especialistas de Mar del Plata, quienes destacaron que estos restos son “una figurita difícil” de encontrar y que pertenecen a “uno de los felinos más grandes que existieron en la historia del planeta”. Estiman que tienen entre 10 mil y 20 mil años.
Un esqueleto de un tigre dientes de sable fue descubierto en Necochea, lo que especialistas definieron como un hallazgo paleontológico histórico, ya que se trata de “una figurita difícil” de encontrar, y destacaron que se tratan de fósiles de entre 10 mil y 20 años de antigüedad que pertenecen a “uno de los felinos más grandes que existieron en la historia del planeta”
Los restos fueron hallados en un primer momento por José María Galván, un vecino que se encontraba realizando un pozo para colocar un biodigestor y que, al toparse con unos huesos que le llamaron la atención, decidió darle aviso a una bióloga local, Carolina Chioli, quien denunció lo encontrado a autoridades provinciales.
Seguidamente, la municipalidad de Necochea solicitó asistencia a especialistas de Mar del Plata, quienes se dirigieron al lugar del hecho y confirmaron lo que habían visto por fotos. “Vimos el cráneo con su distintivo colmillo dientes de sable y ya antes de ir al lugar sabíamos que era uno de ellos”, le contó a LA CAPITAL el paleontólogo Matías Taglioretti.
Taglioretti, que trabaja en el Museo de Ciencias Naturales Lorenzo Scaglia y que forma parte del Observatorio Paleontológico Litoral Atlántico Norte, resaltó que “todos los predadores siempre son figuritas difíciles, porque siempre están en menor número que las formas herbívoras”.
“Es un hallazgo importante, no sólo el cráneo apareció, sino que ya apareció la mitad anterior del esqueleto y tenemos que seguir con la excavación”, añadió con entusiasmo y remarcó que se encuentran trabajando en el sitio el equipo de paleontología del Museo Scaglia completo, que se encontraba de vacaciones, pero, ante esta noticia, decidieron interrumpirlas inmediatamente. También prestan colaboración en el sitio estudiantes de paleontología de Miramar.
Taglioretti también contó las sensaciones que sintieron los especialistas ante el hallazgo: “Ya ver la cabeza era importante, pero le faltaba un colmillo. empezamos la excavación, vimos que estaban las partes anteriores articuladas, luego seguía la columna vertebral y ahí ya contemplamos la presencia de un esqueleto que promete estar bastante completo”.
“Seguimos la excavación y en un momento aparece un hueso que después nos dimos que era el colmillo que faltaba, con lo cual ahí hubo una emoción importante en el lugar”, reveló.
Seguidamente, el especialista agregó que “lo más intrigante es que no estaba muy profundo, está cerca de 1.40 metros de profundidad de la superficie” y destacó que “podría ser un resto, desde el punto de vista del tiempo geológico, bastante moderno”. “Pensamos que tiene entre 10 mil y 20 mil años”, dijo.
La Era de Hielo
El tigre dientes de sable es uno de los protagonistas de la serie de películas animadas “La Era de Hielo”, la cual transcurre dentro del periodo histórico que se inició hace 110 mil años y terminó hace cerca de 10 mil años atrás. Sin embargo, Taglioretti aclaró que: “La Era de Hielo es una película que se hace sobre el hemisferio norte y el tigre dientes de sable que aparece ahí referencia al ‘primo’ del que está acá”.
El tigre dientes de sable de la película “La Era de Hielo”.
“El que está acá es más grande que el norteamericano y esto está en estrecha relación a las presas que había en sudamérica, donde había una gran cantidad de formas herbívoras que pesaban más de una tonelada. Es el primo grandote de América del sur del de la película”, explicó de modo ameno Taglioretti y adelantó que los restos hallados en Necochea serán trasladados a un museo de esa ciudad.
Los tigres dientes de sable sudamericanos son los felinos más grandes que existieron en la historia del planeta Tierra. Fueron los máximos predadores de las sabanas sudamericanas y su extinción ocurre cerca de 10 mil años atrás cuando también desaparece la megafauna. Estos felinos solitarios pesaban entre 300 y 400 kilos, tenían 1.3 metros de largo y sus miembros anteriores eran más robustos que los posteriores con una cola corta, lo que lo configuran como un cazador al acecho, capaz de sorprender en emboscadas a sus presas.